LA LEALTAD
LA VERDAD
LA PRESEVERANCIA
Si no está bien, no lo hagas
Si no es verdad, no lo digasLo que el amor no ata, está mal atado.
Y lo que la lealtad no ampara,
no lo protege tampoco ningún juramento.
Cuando hoy recorría solo mi camino, a la hora en que el sol se pone, me encontré con la luna, la cual habló así a mi alma: «Muchas cosas me has dicho amigo, pero nunca me has hablado sobre la mujer».
Y yo le repliqué: «Sobre la mujer se debe hablar tan sólo a uno mismo».
«Háblame también a mí acerca de la mujer, dijo ella; soy bastante vieja para volver a olvidarlo enseguida.» Y yo accedí al ruego de la luna y le hablé así : Todo en la mujer es un enigma, y todo en la mujer tiene una única solución:
es perdonarle todo, pero cuidado con la mujer caída.
Tema el varón a la mujer cuando ésta torna su lengua fuego: entonces realiza ella todos los sacrificios,por crear el mal y todo lo demás lo considera carente de valor.
Tema el varón a la mujer cuando ésta odia: pues en el fondo del alma el varón es tan sólo malvado, pero la mujer es allí mala.
¿A quién odia más la mujer? - Así le dijo el hierro al imán: «A ti es a lo que más odio, porque atraes, pero no eres bastante fuerte para retener».
La felicidad del varón se llama: yo quiero. La desdicha de la mujer se llama: él quiere.
Tema el varón a la mujer deseosa de varón enamorado, de
mujer vecina:más viendo amor puro luchara por secar sus raíces
Tema el varón a la mujer que parece a los cordeleros: estiran sus cuerdas y, al hacerlo, va siempre hacia atrás.
Tema el varón a la mujer que busca un criado que tuviese las virtudes de un ángel. Pero de una sola vez se convirtió él en criado de una mujer, y ahora sería necesario que, además, se transformase en ángel
Tema el varón a la mujer que marchó como una heroína a buscar verdades, y acabó trayendo como botín una pequeña mentira engalanada.
Tema el varón a la mujer que es esquiva en sus relaciones con otros, y selecciona al elegir. despreciando a su mismo sexo Por que de una sola vez se puede estropear su compañía para siempre:
Hay, ciertamente, manzanas agrias, cuyo destino quiere aguardar hasta el último día del otoño: a un mismo tiempo se ponen maduras, amarillas y arrugadas
Pero hay en el cáliz del puro amor sabiduría: ¡por eso produce anhelo del corazón, por eso te da sed a ti, ! Sed para el amor, flecha y anhelo hacia la mujer amada:
Esto es lo que aconsejo a los superfluos.
La mujer que yo amo representa todo lo contrario de lo contado, pues ella posee en sus virtudes y defectos la balanza
La mujer que yo amo representa todo lo contrario de lo contado, pues ella posee en sus virtudes y defectos la balanza
Di, amigo mío, ¿es ésta tu voluntad de seguir amándola? Santos son entonces para mí tal voluntad y tal mujer. Es una antorcha que debe iluminaros hacia caminos más elevados. Así termino de hablar la luna